Despedida (y ganas de vacaciones)
Llevo más de media hora delante de la pantalla, intentando ordenar mis ideas y lo que siento, buscando cómo encajar todo mi agradecimiento en una última entrada. Pero cuanto más lo pienso, más me cuesta arrancar. ¿No os pasa que a veces lo que sentís por dentro es tan grande que las palabras se quedan pequeñas? ¿O que cuando por fin escribís lo que queréis decir, las palabras de repente no bastan? Como si no tuvieran la fuerza y precisión suficiente para representar todo lo que lleváis dentro, para abarcarlo bien. Eso es exactamente lo que me ocurre ahora. Hay tantísimas cosas que querría deciros para cerrar este blog, esta asignatura y este primer curso de la carrera, que me abruma la emoción de no saber por dónde empezar. Es irónico que estos sentimientos no me quepan dentro pero al mismo tiempo, sea incapaz de sacarlos afuera. Así que lo diré como me salga, sin adornos. Estas palabras, que me salen directamente del corazón, son para vosotros, mis compañeros de clase, porq...